martes, 3 de diciembre de 2013

SEXISMO EN LA CAMPAÑA ELECTORAL PARA ELECCIONES PRESIDENCIALES 2014. EL SALVADOR.

Este blog, se abre a las elecciones del 2014, desde una mirada crítica feminista y democrática.

Abordaremos en este espacio: el sexismo en la campaña electoral, los puntos de plataforma de los partidos políticos dirigidos hacia las mujeres, la participación de las mujeres en la elaboración de plataformas de los partidos políticos, y todo lo que tenga que ver con la incidencia de las mujeres en esta campaña.

Las campaña para las elecciones a la presidencia y vicepresidencia de la república a realizarse el mes de Febrero de 2014, arrancó el Martes 1ero. de Octubre. En ella participan partidos y coaliciones políticas diversas habiéndose inscrito al Tribunal Supremo Electoral, las candidaturas siguientes: Frente Farabundo Martí  para la Liberación Nacional –FMLN-: Salvador Sanchez Cerén, presidente, y Oscar Ortiz vicepresidente. Por Alianza Republicana Nacionalista -ARENA-: Norman Quijano, presidente y René Portillo Cuadra, vicepresidente. Por UNIDAD, coalición formada por los partidos PDC, PCN Y GANA: Elías Antonio Saca presidente y Roberto Laínez, vicepresidente. Por la Fraternidad Patriota Salvadoreña –FPS- Óscar Lemus y Rafael Menjívar. Por el Partido Salvadoreño Progresista –PSP- René Rodríguez Hurtado y Adriana Bonilla. Sólo un partido político lleva a una mujer en su fórmula, como vicepresidenta.
El Artículo 172 del Código Electoral, regula la materia electoral, e indica que la propaganda electoral sólo se permitirá aun sin previa convocatoria, cuatro meses antes de la fecha establecida por la ley para la elección de presidente o presidenta y vicepresidente o vicepresidenta de la república, sin embargo por lo menos dos partidos políticos y una coalición han adelantado su campaña electoral. Las autoridades del Tribunal Supremo Electoral –TSE- informaron que cuatro millones novecientos sesenta mil salvadoreños y salvadoreñas, están aptos para votar.
El 52.7% del padrón electoral son mujeres y el 47.3% son hombres. Y la tercera parte de los votantes posibles hacia las elecciones del 2014 serán jóvenes de 18 a 29 años, es decir, un total de un millón, 525 mil 75 personas[1]. Las mujeres y los jóvenes, han sido los mayores abstencionistas en los procesos electorales anteriores, la tendencia se ha mantenido desde hace una década.
Por tanto es un desafío para los partidos políticos motivar a que mujeres y jóvenes voten en estas elecciones presidenciales.


SEXISMO EN LA CAMPAÑA ELECTORAL
Una visión crítica desde el feminismo nos dice que “La publicidad generalmente reproduce dos estereotipos de mujeres para el mercado: La ama de casa perfecta y la mujer-cuerpo, objeto de deseo”. En la Campaña política, ambos estereotipos están siendo utilizados.
Así algunos partidos en su propaganda, promueven regalos que fortalecen las visiones tradicionales de las mujeres desarrollando actividades y tareas hogareñas.
En otros casos, algunos Partidos Políticos siguen utilizando el cuerpo de las mujeres, para promover su campaña electoral y la petición del voto a sus electores. La imagen aquí presentada, ha sido sacada de face book, en ella, mujeres en trajes de baño, bailan en una tarima donde se lee Sector Juventud de Arena.  Esto de muchas maneras responde a una forma de violencia que es la violencia simbólica, registrada en el artículo 9 de la “Ley especial integral para una vida libre de violencia para las mujeres”. La violencia simbólica se tipifica como: “mensajes, valores, iconos o signos que transmiten y reproducen relaciones de dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales que se establecen entre las personas y naturalizan la subordinación de las mujeres”.
Al utilizarnos como cuerpo-carnada, adorno que promueve un producto (partido político) que persigue conseguir un voto (el masculino), esa mujer joven, de cuerpo esbelto, “mujer liberada”, mujer objeto de deseo del hombre actual, se convierte en cosa, se cosifica y deshumaniza y por tanto se desvaloriza.
¿Por qué se utiliza el sexo en la campaña electoral?, porque el sexo atrae, llama la atención, el sexo vende productos ya sean materiales o simbólicos como los partidos políticos. Pero del sexo al sexismo hay poco trecho. Debemos aclararnos que las mujeres que son utilizadas en la campaña no son el problema, ellas son víctimas de la necesidad, de las pocas oportunidades: Los victimarios y los responsables de la manipulación son los publicistas, los políticos, los fraguadores de campañas, ellos utilizan con conciencia el sexo desde una visión masculina, misógina y  sexista.  Por lo anteriormente expuesto, creemos que la cultura política no ha cambiado.”[2].





















[2] Observatorio electoral de las mujeres. No. 3. 2012.

jueves, 18 de julio de 2013

MUJERES JOVENES: EL SUJETO EMERGENTE EN EL FEMINISMO

Las mujeres jóvenes son víctimas de abuso sexual  y todo tipo de violencia, muchos feminicidios se cometen contra ellas. Muchas adolescentes y jóvenes son madres sin desearlo. Las mujeres jóvenes están bombardeadas por los medios que promueven un estereotipo de mujer y de familia, que nada tiene que ver con la realidad. Por estas razones, las mujeres jóvenes se están organizando. Pero…¿Cómo percibe el Movimiento de Mujeres y feminista, este sujeto emergente que sale de sus entrañas?
En una investigación sobre los liderazgos de mujeres feministas, realizada en El Salvador, el tema del Adultismo en el Movimiento de Mujeres y feminista, aparece como uno de los nudos que se expresan en el Movimiento. El Adultismo se manifiesta en el Movimiento de Mujeres de diversas maneras, una feminista expresa que el liderazgo en el Movimiento de mujeres es: Conservador, en donde se han anquilosado mujeres que ya deberían dejar esos cargos, para dar oportunidad a otros liderazgos jóvenes…es un liderazgo atrasado, me estoy refiriendo a concepciones de la dinámica social porque es necesario que las mujeres mismas sepamos ubicarnos en los momentos de la historia…Es un liderazgo que no promueve nuevos liderazgos y más se concentra en el manejo centralizado de recursos.
Las mujeres jóvenes viven una realidad, donde son poco comprendidas y valoradas:
Una feminista joven de 26 años señala que las jóvenes encuentran muchos obstáculos: a) Hay una total discriminación por ser joven...también esa cultura de creer que las jóvenes (cuando salen a talleres)  van a buscar novio y eso es un reto para las mamás y papás. b) El apoyo de la cooperación no se da directamente a grupos de jóvenes pues  quieren que estemos legalmente constituidas. c) Se cree en las organizaciones de mujeres adultas que las jóvenes se gastan el pisto, son irresponsables, son violentas, agresivas, feministas radicales, siempre te ven como-te vamos a dejar en prueba- y está el ojo vigilante. d) Las jóvenes lesbianas también se sienten discriminadas: porque nos gusta otra mujer, vivimos un ataque bien directo de la sociedad, una doble discriminación.
Las jóvenes han formado sus espacios de encuentro y expresan que: He valorado el trabajo que cada una de nosotras hace dentro de la colectiva y como se trata de trabajar con cada una de las chicas y he aprendido a valorar eso. Otras expresiones son: Aprendí a trabajar en equipo, a no ver a mis compañeras como mi competencia, sino como mis aliadas, quitarme eso de la envidia, egoísmo y de ahí he aprendido a desmontar lo que me enseñaron que es ser mujer. Yo antes…era una persona callada y dejaba que mis hermanos me humillasen. Aprendí a expresarme sin necesidad de gritar, ni faltar al respeto a ninguna, aprender a escucharlas y conocer las historias de cada una, sin necesidad de ser criticada.
Las mujeres jóvenes están claras de su importancia según lo expresa esta joven feminista que dice:  Las mujeres adultas deben entender que hay nuevas posibilidades de hacer lucha, que  el poder no lo es todo porque nosotras también hacemos cosas que nos dan poder… las jóvenes también nos sentimos indispensables e indispensables porque si yo no estoy hay otras y las adultas en ocasiones se creen indispensables para todo para una institución o movimiento.

Un ambiente inclusivo, de cooperación y diálogo entre pares, se hace necesario entre feministas adultas del siglo XX y las feministas jóvenes del siglo XXI, así el feminismo se fortalecerá y continuará en otros cauces y formas que nos permitan avanzar hacia la autonomía y la libertad de todas.

lunes, 3 de junio de 2013

IDENTIDADES FEMINISTAS DE LA POST GUERRA

¿Qué es la identidad?. Nos dice una acepción de Charles Taylor, filósofo e intelectual canadiense: “Identidad es  lo que uno es, son las características definitorias fundamentales como ser humano”. Estas características pueden basarse en el cuerpo, la nacionalidad, la cultura, la etnia, los valores, la orientación sexual, o todo esto junto. “Esto abarca quienes somos, de dónde venimos,  es el trasfondo donde nuestros gustos, deseos, aspiraciones y opiniones adquieren sentido”, concluye Taylor.
Manuel Castel nos expresa que Identidad es sentirse en casa con otras personas con quienes se comparte la identidad. Y, según las encuestas internacionales, para la mayoría de la gente es un sentimiento importante, sobre todo en un mundo globalizado en el que flujos de poder, de dinero y de comunicación hacen depender nuestras vidas de acontecimientos incontrolados y decisiones opacas. La pertenencia a ese algo identitario proporciona sentido y cobijo a la vez, crea una práctica cómplice, un lenguaje común, un mundo propio desde el que se puede vivir con más tranquilidad el mundo de ajenidades”.
 La Identidad, puede ser definida como auto-identidad, cuando el sujeto o los sujetos se definen a si mismos: “somos salvadoreños o salvadoreñas“ y explicamos las características que nos califican como tales, “somos feministas y luchamos por los derechos de las mujeres”, “somos homosexuales, nuestra orientación sexual debe ser respetada porque aportamos al desarrollo del país”, “somos afrodescendientes salvadoreños”, “somos judío-salvadoreños”, “somos mexicano-salvadoreños”, etc.
La identidad puede ser también designada por los otros: “son salvadoreños”, “son feministas”, “son homosexuales”. “son afrodescendientes”, “son efemelenistas”.  Estas designaciones pueden conllevar prejuicios y cargas simbólicas negativas para el grupo que es identificado: “Las feministas son amargadas, son lesbianas y odian a los hombres”, “los salvadoreños son delincuentes y mareros”, “los efemelenistas son caóticos, no saben gobernar, son destructores”, “las mujeres son sentimentales, amorosas, y les gusta hacer tareas domésticas”, “los indígenas son haraganes”. La hetero-designación desde los otros está pues en estos casos cargadas de prejuicios.
Pero puede existir la “falsa identidad” y es cuando asumimos una imagen inducida de nosotras y nosotros mismos denigrada e inferiorizada, por ejemplo la imagen despectiva sobre nosotras mismas que las mujeres hemos asimilado por centurias y que tiene como consecuencia una pobre autoestima y una sumisión subjetiva, resultado esto de cómo el poder patriarcal designa el lugar que le corresponde a las mujeres en la sociedad, en desventaja con el colectivo masculino.
Las identidades son procesos definidos individual y colectivamente, en diálogo con otros y otras, en procesos históricos y prácticos, en relación con el entorno. Las identidades también son porosas, son flexibles, se intersectan unas con otras.

LA IDENTIDAD FEMINISTA EN EL SALVADOR
En El Salvador podemos hablar de una identidad feminista anunciada tempranamente por Prudencia Ayala en los años 20 (figura emblemática por la lucha de los derechos de las mujeres) y  quien a través de sus escritos y propuestas políticas expresa su descontento por la situación subordinada de las mujeres y  propone el cambio de esta situación. Posteriormente otras mujeres reivindicaron derechos económicos y políticos para las mujeres. Sin embargo es a mediados de los ochenta e inicio de los noventa que podemos decir que este cauce se enriquece y ensancha con más mujeres quienes se autodefinen como feministas. Una de estas pioneras es Norma Virginia Guirola de Herrera comunista y feminista que funda en los ochenta la primera organización de mujeres en los 80’s el Instituto de la mujer –IMU-. Mélida Anaya Montes y muchas más mujeres que con su participación en la lucha revolucionaria nos visibilizaron. Las mujeres revolucionarias, con su práctica estaban poniendo en ejercicio el derecho en la participación política también las mujeres que lucharon a través de la poesía como las poetas Leyla Quintana, Lil Milagro Ramírez y Delfina Góchez.

LAS FEMINISTAS DE LOS OCHENTAS Y NOVENTAS
La lucha revolucionaria, si bien había significado para muchas mujeres romper con un rol tradicional de “madresposas”, una vez terminada la guerra, las mujeres se reinsertan para continuar con la tradición y el conservadurismo de mujer para la casa y el hombre para el mundo público. Así lo expresa un estudio de la “Fundación 16 de Enero”: “antes de la guerra, el 57% de mujeres entrevistadas afirmaban que trabajaban fuera del hogar, mientras que un año después de los Acuerdos de Paz, el 95% se dedicaban al trabajo doméstico”. Un 30% de los desmovilizados eran mujeres. Un 11% de los beneficiarios de tierra un 30% fueron mujeres. Las mujeres pues fueron parte fundamental de la lucha revolucionaria, desempeñando distintos roles, muchos de ellos reproducían los roles tradicionales de cocineras y personal de servicio.

EL ESCENARIO
Un escenario inédito para el florecimiento de diversas identidades fue el que surge a partir de los Acuerdos de Paz, en 1992, pues si bien antes existían identidades colectivas como las organizaciones sociales, la asociación de indígenas, los trabajadores de la cultura, algunas organizaciones de mujeres y otras, estas eran estandarizadas y uniformadas en la categoría de “lo popular”. Por el lado gubernamental, se concebía una sociedad uniformada en clave masculina, mestiza, heterosexual, cristiana y conservadora.
Además de la represión, las desigualdades de clase y el autoritarismo, la sociedad salvadoreña encarna la cultura patriarcal, basada en el dominio de los hombres como género sobre el colectivo de mujeres, con consecuencias de desigualdad para las mismas. Desde la familia, la iglesia, la escuela, las leyes, se promueven visiones y acciones discriminatorias hacia las mujeres, instalando un sistema de desigualdades basada en el género de las personas. La violencia contra las mujeres era vista como natural, y existían mínimas regulaciones para sancionarla. Hasta mediados de los 90’s las mujeres contábamos con una nueva ley que nombra la “violencia intrafamiliar", el nuevo Código de Familia como normativa, que nos reconocía ciertos derechos en la familia.  Los gobiernos dictatoriales y las dictaduras civiles promovieron la imagen de la mujer en la familia, imagen que fue remozada por los gobiernos civiles de ARENA. En 1993, sólo el 53% de mujeres y hombres utilizaba anticonceptivos, y sólo el 33% de la población pobre tenía acceso a ellos[1].
Las inequidades de clase y de género y otras, se han ido modificando en la medida de que actores sociales como el Movimiento de Mujeres y feminista, han movido los límites y han hecho mella en los muros de la desigualdad, promoviendo la organización y la conciencia de las mujeres que ha presionado por normativas y acciones nacionales y locales a favor de la igualdad entre mujeres y hombres.
Es a partir de 1992, que se despliegan identidades basadas en la autonomía  en relación a las organizaciones político militares del FMLN. Estas enarbolan demandas propias, las feministas jugaron un papel clave en la construcción y  el imaginario de las mismas.

LA IDENTIDAD. LO PERSONAL Y LO COLECTIVO
Son complejos los procesos que conllevan a construir o conformar la identidad de las feministas salvadoreñas a partir de los noventas,  en ésta, interviene la identificación de carencias, la desigualdad basada en el género, la discriminación y como corolario la propuesta y la lucha por el cambio de posición y condición de las mujeres.
Un primer elemento importante en la conformación de la identidad feminista, es reconocer como la realidad de discriminación se manifiesta en la propia vida personal, se establece pues un diálogo personal, consigo misma.
Nos dice Gilda Parducci feminista salvadoreña: “Me inquietaba ya el tema de las mujeres, la vivencia como mujer misma me va generando situaciones de disconformidad con la realidad. Por ejemplo a mí nunca me cuadró por que cuando yo me casé, yo era la que tenía que dedicarme de lleno a cuidar a mis hijos e hijas, a cuidar de la casa o arreglar comida, mientras que la otra parte se seguía formando profesionalmente”
Otra feminista Candelaria Navas expresa. “El día que cumplí 30 me hice la pregunta y me respondí: No me gusta, no me gusta sentirme sola!  Sentir que no tengo apoyo. No puede ser, y si mi papá se da cuenta de esto…empecé a analizar que hay que compartir la educación de los hijos; y también tomé la decisión de no tener más hijos, porque todo eso es parte de la liberación”.
El feminismo cuestiona y enfrenta el modelo de género tradicional, no sin consecuencias para los varones. En los hombres el impacto se evidencia en la nostalgia del rol del dominio y privilegios tradicionales masculinos. El desconcierto, los conflictos de pareja por la redistribución del poder, y de la autonomía de las mujeres
“El piensa que la mujer es para que cuide al hombre, que debe pedirle permiso para ir a miar, para todo” nos dice Inés  Avilés, campesina organizada  que se reconoce feminista y aparece en el libro “Soy feminista y qué” de Sandra Moreno.
 Otros, una minoría comienzan a cambiar sus prácticas en función de la igualdad. Gilda Parducci expresa: “yo empiezo a cambiar totalmente y él intenta cambiar por ejemplo asume la corresponsabilidad en las tareas de la casa”
La identidad de las feministas, es dialógica en tanto que se construye personalmente pero también en diálogo con las otras y los otros, hay una dimensión personal y una dimensión colectiva de la identidad que se interconectan.
Morena Herrera lo expresa de manera diáfana: “Todas veníamos de una participación de izquierda por años, entonces…cuando nos juntamos con las otras y empezamos a reflexionar, eso tomó otra dimensión, ya que siendo en un principio problemas individuales de cada quien, ahí había entre las diferentes historias personales (de subordinación y  discriminación) un hilo común que nos vinculaba”. Estas mujeres posteriormente fundaron la Asociación de Mujeres por la Dignidad y la Vida, Las Dignas.
Cuando las identidades se vuelven colectivas conformas categorías sociales: Las feministas salvadoreñas.
A principios de los noventas, muchas mujeres que forman parte de las actuales organizaciones de mujeres y feministas, compartieron sus vivencias y experiencias de la lucha revolucionaria y la guerra haciéndolo desde una lectura feminista, identificando desigualdades de género, discriminación, violencia, poder desigual entre mujeres y hombres, y llegaron a la conclusión que las organizaciones revolucionarias eran sumamente patriarcales, muchas de ellas se retiraron de la militancia revolucionaria.
La búsqueda de autonomía ideológica y política fue un factor fundamental para construir estas nuevas identidades: “No podíamos surgir atadas a partidos, porque no íbamos a poder trabajar. Nosotras no somos personas que podemos vivir subyugadas, ni en lo privado ni en lo público, esto es determinante, y se tuvo que reconocer que no estábamos atadas a un partido, para presentar reivindicaciones que estuvieran dentro de una Plataforma”, sostiene Yolanda Guirola, fundadora de CEMUJER.
En los ochentas, la ola feminista iba en ascenso en América Latina, su teoría y práctica alcanzan a muchas de las futuras militantes feministas. Fue asimismo un tiempo para leer, conocer mujeres feministas mexicanas, españolas, salvadoreñas en el exilio, ellas hacían críticas a la misma izquierda.
El feminismo, fue un hijo no deseado de la revolución, pues  al menos de los 70 en adelante, las feministas de casi todo el mundo, provienen de las filas revolucionarias. Sin embargo en este período las feministas son hijas no reconocidas de la revolución.
Las feministas surgidas de las filas de la guerrilla, el movimiento popular, el exilio y algunas extranjeras sentaron las bases para que una corriente política innovadora creciera en el país. La formación de las feministas se nutrió  del aporte de mujeres como Clara Murgalday, vasca, Marcela Lagarde, mexicana, Alda Facio, costarricense, Julio Soro, francesa, entre otras.
Las Mélidas en su memoria de sus 20 años de existencia lo plantean así: “Nuestra primera maestra  fue Clara Murgalday, feminista vasca. Con ella aprendimos nuevos conocimientos, categorías y conceptos como el de discriminación hacia las mujeres, desigualdad entre los géneros, construcción social de los géneros, etc. “
 La realización del VI encuentro feminista de América Latina y el Caribe fortaleció voluntades y lazos entre feministas. La elaboración de la Plataforma de las mujeres salvadoreñas, Mujeres 94, fue el resultado de ese entusiasmo y compromiso político feminista.

 CLAVES QUE APORTA LA IDENTIDAD FEMINISTA A LA SOCIEDAD EN EL PAIS

Una cuestión fundamental que aporta la teoría y práctica feminista es el abordaje de la realidad de las mujeres, sus necesidades, condición y posición, desplazando así al sujeto universal masculino como centro de la realidad salvadoreña en la que no nos veíamos reflejadas. Esto se refleja en todos los análisis realizados abarcando y problematizando las distintas dimensiones en que nos movemos las mujeres: la economía, la política, lo social, lo cultural, lo espiritual.
Visibilizar a las mujeres como diversas y plurales, no existe la mujer, somos mujeres campesinas, obreras, de clase media, lesbianas, políticas, empleadas, amas de casa, trabajadoras sexuales, etc.
Ha sido otro aporte desde el feminismo, así como entender que hay diversidad de familias, no solo la mononuclear.

Otro aporte importante es abordar la centralidad del cuerpo de las mujeres, su autonomía, su derecho al placer, a la definición propia de la identidad sexual, al control de la reproducción, a la maternidad libre y voluntaria. La sensualidad y el erotismo.  Así lo personal se politiza. El cuerpo como primer territorio a liberar, transitar del empoderamiento privado a lo público.
Una cuestión central del feminismo ha sido  validar la subjetividad de las mujeres como fuente de reflexión y conocimiento. Así como promover procesos de sanación para la sique dañada de las mujeres a raíz de la cultura patriarcal.
Las feministas han denunciado la opresión, la violencia contra las mujeres, las desigualdades de trato entre mujeres y hombres, el androcentrismo en la política, la invisibilización de las mujeres en la historia, la academia, las artes, etc. , consecuencia de las relaciones de poder desigual entre mujeres y hombres en la sociedad.  Pero no se han quedado allí y se han propuesto medidas, mecanismos y normativas para cambiar dicha situación.
Las feministas han cuestionado la “naturalidad” de los géneros y los han develado como construcciones maliciosas que perjudican a mujeres y hombres, oprimiendo a las primeras y deshumanizando a los segundos. Y ha propuesto la deconstrucción cultural de los géneros para arribar a nuevos modelos de relación igualitaria.
Las feministas han promovido una cultura de No Violencia no solo y como parte central de sus estrategias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres,  sino todo tipo de violencia, incluida la callejera, no digamos un golpe de Estado.
Las feministas promovieron, fortalecieron y  ensancharon las organizaciones de mujeres que suman ahora más de 450 a nivel local y 14 organizaciones a nivel nacional. Han creado redes para la acción social transformadora en el terreno político, de la salud, del desarrollo local, de la No violencia. Han aportado a la política y la academia, las artes y la ciencia.
Las feministas han cuestionado el autoritarismo de una democracia carenciada, sus métodos, procedimientos y valores.
Han aportado a la cultura con la recuperación de la memoria histórica de las mujeres salvadoreñas y la conmemoración de fechas emblemáticas como el 25 de Noviembre, día internacional de la no violencia contra las mujeres, el 8 de Marzo, día internacional de las mujeres, el 28 de Septiembre, día internacional de la despenalización del aborto, el 28 de Junio, día del orgullo lésbico y gay entre otras. Se ha incorporado a los movimientos sociales creatividad, humor e irreverencia.

TENSIONES MOVIMIENTO DE MUJERES Y FEMINISMO

Algunas tensiones en el Movimiento de mujeres con el feminismo son:

Lesbianismo y Feminismo
Las lesbianas son el proletariado del feminismo. Dicen las mismas lesbianas: “Las Lesbianas son el lado oscuro del feminismo”. Las lesbianas se están organizando por la discriminación de la sociedad y del movimiento de mujeres.


Aborto
No todas las mujeres del movimiento de mujeres están a favor de la interrupción voluntaria del embarazo. Crea tensiones aún dentro de las mismas feministas.
Enfoque heterosexualizado del derecho de los derechos sexuales y reproductivos.

Las desigualdades de clase
A veces se obvia dentro del movimiento. Todas somos mujeres y vivimos violencia. Vimos el caso de la Sra. De Samayoa, mujeres de clase alta hasta los sectores populares sufren la violencia. Pero también vemos diferenciaciones de clase, nos impacta de manera diferenciada a la hora de vivir nuestros derechos
Los Antagonistas
La Cultura Patriarcal manifiesta en las estructuras de poder: las familias partidos políticos iglesias, manifestaciones fundamentalistas. Tenemos que identificarla e irla deconstruyendo.
-          Grupos Anti derechos como Si a la Vida.
-          Jerarquías de algunas iglesias como la católica y por eso promovemos la necesidad de un estado laico. Un estado que respete las creencias y que no asuma la defensa de una o algunas iglesias en particular.
-          Neoliberalismo y capitalismo. Los gobiernos de derecha en el país han seguido medidas orientadas en empobrecer a la gente.
LAS ALIANZAS
-          Con todas las organizaciones y sectores sociales que podamos enfrentar tanto la opresión de clase como la opresión de género.
-          Con algunos gobiernos
-          Con el FMLN
-          Con el grupo parlamentario de mujeres, muy importante para el desarrollo de las leyes marco sobre Igualdad y No violencia hacia las mujeres.

IDENTIDADES FEMINISTAS DEL SIGLO XXI
De manera coloquial nos referimos a las feministas de los ochentas y noventas como las feministas históricas, la mayoría de estas militan en las organizaciones de mujeres. Pero en la segunda década del Siglo XXI, otras identidades feministas se manifiestan, así tenemos:
Las mujeres jóvenes feministas: algunas son menores de 18 años y ya están sensibilizadas sobre temas como el acoso y el abuso sexual, los derechos sexuales y reproductivos, los derechos de las mujeres a la educación, la salud, la participación política, entre otros derechos.
Las  lesbianas feministas jóvenes y adultas: Revindican su lesbianismo, cuestionan la heterosexualidad obligatoria, lo hacen visible, lo politizan, sacándolo de lo privado. Promueven relaciones de horizontalidad, apoyo  y hermandad entre ellas.
Las sindicalistas feministas: Son mujeres de trayectoria obrera que luchan por la igualdad en la participación sindical, contra el acoso sexual, recuperan la memoria de las mujeres sindicalistas y revolucionarias, sensibilizan a mujeres y hombres sobre la necesidad de deconstruir identidades patriarcales y construir relaciones no opresivas entre mujeres y hombres.
Las expresiones culturales de jóvenes feministas: Malabares de fuego, performance denunciando la violencia contra las mujeres, body art y estatuas simbolizando la libertad, la opresión, el placer, la libertad.
Las académicas feministas: Investigando, como docentes promoviendo la deconstrucción de las identidades patriarcales en jóvenes mujeres y hombres.
Las feministas de Estado: Aportando como funcionarias desde distintas profesiones en las instituciones del Estado: Asamblea Legislativa, ISDEMU, ministerios, autónomas, etc.
Las teólogas feministas: Mujeres que cuestionan las lecturas androcéntricas y patriarcales de los libros sagrados como la biblia y los mandatos eclesiales.

EL DESAFIO:  FEMINISMO Y CULTURA
Jurgen Habermas, teórico de la democracia expresa que: “El feminismo no es asunto de una minoría, se dirige no obstante contra una cultura dominante que interpreta la relación entre los sexos de un modo asimétrico que excluye la igualdad de derechos…Ni la comprensión que en clave cultural las mujeres tienen de si mismas, ni su contribución a la cultura común encuentran su debido reconocimiento. Bajo las definiciones dominantes tampoco cabe articular de manera suficiente las necesidades femeninas” …“Por ello, la lucha política por el reconocimiento se inicia como una lucha por la interpretación de las aportaciones y de los intereses específicos de las mujeres. En la medida en que esa lucha tiene éxito, cambia junto con la identidad colectiva de las mujeres también la relación entre los sexos y acaba directamente afectada la comprensión que los varones tienen de si mismos. El catálogo de valores de la sociedad en su totalidad se pone en discusión; las consecuencias de esta problematización penetran hasta en la esfera privada y afectan también a los límites establecidos entre las esferas pública y privada”
La propuesta es una revolución cultural, donde haya hombres y mujeres menos rotos, más plenos y humanos y en una relación de cooperación de igualdad, respeto y amor. Porque venimos a este mundo a ser personas amorosas, felices y pacíficas, esa es el idea. Y lo que hay es una cultura de desigualdades de género, de clase, de etnia que nos dividen y no nos permiten ser felices y a la vez no permiten que florezcan las diversas identidades en una sociedad que debería ser plural, diversa.

BIBLIOGRAFIA
Guirola de Herrera, Norma. La Mujer en la Revolución Salvadoreña. P. 200
Moreno, Sandra. Soy Feminista y Qué. Algier Impresores. San Salvador. 2006. P. 140
Murgalday, Clara, Vazques, Norma. Mujeres Montaña. Editorial Horas y Horas. España. P. 286
Navas, María Candelaria.“De guerrilleras a Feministas: Origen de las Organizaciones de Mujeres post-conflicto en El Salvador 1992-1995”. Segundo Encuentro Nacional de Historia. Julio 2007. P. 17
Taylor, Charles. Gutman, Amy. Walzer, Michael. Habermas, Jurgen. “El Multiculturalismo y la política del reconocimiento”. Editorial Fondo de Cultura Económica. EFE. México. 2009. P. 246.
http://www.iceta.org/mc061105.pdf Manuel Castells. La importancia de la Identidad.

 SILVIA ETHEL MATUS. POETA, FEMINISTA Y SOCIOLOGA.




[1]Population Reference Bureau.http://www.prb.org/SpanishContent/Articles/2009/PFAmCentralcerrarbrecha.aspx

lunes, 29 de abril de 2013

BEATRIZ TIENE DERECHO A VIVIR


LEY INJUSTA CONDENA A UNA MUJER JOVEN A MORIR POR NO PRACTICARSELE UN ABORTO

El Salvador es de los pocos países en el mundo en que el aborto está penalizado. Desde 1973 hasta 1999, eran considerados como no punibles por el Código Penal el aborto terapútico, cuando la vida de la madre corriera peligro, el aborto eugenésico, por malformación del feto, y el aborto ético o por violación. Fundamentalistas y parlamentarios conservadores restringieron todo tipo de aborto, modificando la Constitución de la República que ahora considera a la persona “desde el instante de la concepción”, es decir le confirió derechos al zigoto, negando el derecho de la mujer a decidir ser madre o no.
Uno de los casos dramáticos es el que sucede ahora con Beatriz García, que lucha por su vida ante una ley injusta. A continuación el comunicado de las Organizaciones feministas y sociales exigiendo una salida justa y respetuosa con la Vida de Beatriz. ¡POR QUE BEATRIZ SOMOS TODAS! ¡DESPENALIZACION DEL ABORTO EN EL SALVADOR!

Beatriz es una mujer de 22 años de un cantón del oriente de El Salvador, según diagnóstico del Hospital de Maternidad padece desde hace cuatro años de Lupus Eritomatoso Sistémico, una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar varias partes del cuerpo, especialmente la piel, articulaciones, sangre y riñones, el curso de la enfermedad es impredecible, con periodos de crisis alternados con remisión. Es madre de un niño de 13 meses, en cuyo parto presentó crisis lúpica, pre eclampsia grave y crisis hipertensiva. Actualmente Beatriz está embaraza de 20 semanas. A inicios de marzo Beatriz se agravó de su enfermedad, diagnosticándole una Nefritis Lúpica y sospechó estar embarazada. En el Hospital de Maternidad le hicieron tres ultrasonografías y en todas se confirmó que la criatura que estaba gestando, desgraciadamente era anencefálica, una malformación cerebral congénita caracterizada por la ausencia parcial o total del cerebro, cráneo, y cuero cabelludo, si el niño no nace muerto, fallece algunas horas o días después del nacimiento.
El Comité Médico del Hospital de Maternidad, formado por los 15 Directores de Unidades de dicho Hospital, analizó la situación médica de Beatriz y “por consenso de la mayoría, consideran y acuerdan la finalización de la gestación” basado en que “el pronóstico de sobrevida del feto es fatal al corto y mediano plazo” y la salud de Beatriz “se agravaran conforme avance la gestación y la finalización en etapas tempranas del embarazo se hace necesaria”.
Se han pronunciado de forma favorable adoptar todas las medidas y procedimientos médicos necesarios para salvaguardar el derecho a la vida, la salud y la integridad personal de la joven Beatriz, la Ministra de Salud, el Procurador de Derechos Humanos, el Consejo por la igualdad y la equidad, la Comisión Nacional de Bioética de El Salvador, Amnistía Internacional, el Representante del Sistema de Naciones Unidas en El Salvador.
Beatriz para defender su derecho a la vida, como ciudadana ha interpuesto un recurso de Amparo a la Sala de lo Constitucional, diversas organizaciones sociales preocupados al conocer esta situación que pone en peligro la vida de Beatriz, decidimos solidarizarnos apoyando con diferentes acciones de incidencia ante la Sala de lo Constitucional y divulgando esta información entre la ciudadanía a través de conferencias de prensa y comunicados.
Ante la falta de celeridad en la resolución de la Sala de lo Constitucional, se presentó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, una solicitud de Medidas Cautelares, en la que se solicita al Estado de El Salvador garantizar la salud y la vida de Beatriz, se agilizara la resolución del amparo presentado a favor de Beatriz.

Diversas organizaciones y personas hicieron una petición a la Fiscalía General de la República para que diera una opinión favorable, en el sentido de no proceder penalmente contra Beatriz y el personal médico del Hospital Nacional de Maternidad.

Por lo tanto pedimos: 
• A la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, resolver de manera urgente a efectos de garantizar el derecho a la salud y la vida de Beatriz, conforme al dictamen del Comité Médico del Hospital de Maternidad, garantizando así a Beatriz y al personal de salud interviniente, que puedan proceder según criterios éticos y médicos sin ser procesados penalmente.
• Respaldamos la decisión de las autoridades del Ministerio de Salud y del personal médico del Hospital de Maternidad en el sentido de actuar según criterios científicos que avalan la finalización de la gestación.
• Hacemos un llamado a las organizaciones sociales, políticos, periodistas, generadores y generadoras de opinión, líderes religiosos, se unan para salvar la vida de Beatriz y garantizar que su hijo de un año pueda crecer con su madre, por lo que invitamos a enviar cartas de apoyo al amparo presentado por Beatriz a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.

Situaciones como la que está viviendo Beatriz la sufren muchas mujeres que no tienen condiciones para acceder a otros servicios de salud, su experiencia puede ser la de cualquier mujer, tú misma o tu hija.

Salvemos a Beatriz, su hijo y su familia la necesitan.


Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico, Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, ORMUSA, Movimiento por una Cultura Laica, Las Mélidas, Las Dignas, Amorales Teatro, Mesa de Salud Sexual y Reproductiva del Foro Nacional de Salud, católicas por el Derecho a Decidir, Asociación Cristiana de Jóvenes, Foro Sindical Salvadoreño, Unión Salvadoreña de Organizaciones Locales de Mujeres, Colectiva Ixchel, Las Peperechas, Colectiva Nayarit, Mesoamericanas en Resistencia, Siglo XXIII, IMU, MILES, Concertación de Mujeres de Suchitoto.

martes, 2 de abril de 2013

¿PLATAFORMA FEMINISTA PARA EL 2014?

Los feminismos en El Salvador han sido diversos, especialmente desde de los años 90's en que a partir de los Acuerdos de Paz hay una eclosión de prácticas feministas desarrolladas por mujeres autonombradas feministas, que muchas veces se traslapan, coinciden o se contradicen con las organizaciones feministas llamadas "organizaciones de mujeres" en nuestro contexto. Tal diversidad no siempre ha establecido un diálogo entre las diversas posturas, algunas han hegemonizado el escenario de la lucha feminista, mientras otras asumen una discreta resistencia desde otro lugar que no son las Ong´s del Movimiento feminista. En el esfuerzo llamado "Mujeres 94", los diversos feminismos coincidieron en elaborar una propuesta de plataforma política feminista llamada "Plataforma de las Mujeres Salvadoreña 1994".para presentarla ante los diferentes candidatos y candidatas a la presidencia de la república y negociar su implementación.

 Han sido logros de este accionar feminista diverso: a) Una diversidad de mujeres organizadas o no conscientes de sus derechos, especialmente los económicos y políticos. b) Un contigente de lideresas que se manifiestan a nivel local y nacional sobre diversos temas y necesidades que atañen a las mujeres. c) Coordinaciones en ejes temáticos fundamentales como los Derechos laborales, la No violencia contra las mujeres y la Salud Sexual y Reproductiva, así como el Desarrollo local. d) Incidencia en los medios de comunicación para desnaturalizar la violencia. e) Se ha permeado a los gobiernos municipales, la Asamblea Legislativa y el Gobierno central para que adopten acciones afirmativas y políticas que benefician a las mujeres. f) Logros en el terreno jurídico desde 1997 con la creación del Instituto de Desarrollo para la Mujer Salvadoreña, ISDEMU, la primera Ley sobre Violencia, y logros como la tipificación como delito del acoso sexual y el abuso sexual y en los últimos tres años la aprobación de leyes marco como la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres y la Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres. g) Cambios en la Cultura nacional que tienen que ver con visibilizar la opresión y la discriminación de las mujeres en una sociedad salvadoreña misógina y sexista que penalizó el aborto y ha fijado una cuota de apenas el 30% de las mujeres en los cargos públicos.

A unos 28 años del surgimiento de la primera organización de mujeres que asume los derechos femeninos en El Salvador, los desafíos son todavía sustantivos y tienen que ver con la autonomía del cuerpo de las mujeres: a) El goce pleno de sus derechos sexuales y reproductivos, muchas veces conculcados por los fundamentalismos y conservadurismos políticos y religiosos que se vuelcan en leyes misóginas  como la anti aborto y las reformas a la Ley de familia que impiden matrimonios entre personas del mismo sexo. b) Una vida libre de violencia para las mujeres en el ámbito privado y en el público, que depende en gran medida que el Estado asuma su papel de garantizar a las mujeres este derecho, desde las distintas instituciones como
la Policía Nacional Civil, la Fiscalía General de la República, la Procuraduría de Derechos Humanos, la Procuraduría General de la República, los Ministerios de Educación y Salud entre otros.

c) Otro desafío importante es la continuidad del proyecto feminista a través del trabajo con mujeres jóvenes, que no siempre van a tener la misma visión, perspectiva o apreciación que las mujeres adultas sobre la realidad de las mujeres, por ejemplo una colectiva juvenil lleva el nombre de "Amorales" o "Histéricas al
 aire", esto va contra una visión defensiva sobre nosotras mismas que en general manejamos algunas feministas de los noventas. Las jóvenes prefieren grupos laxos de organización y conciencia donde entran y salen a su antojo y sus reuniones son autoprogramadas, muchas de ellas rechazan la lógica de la institucionalidad de las Ong´s de mujeres. Lo fundamental es que en marchas y plantones contra el sexismo y la misoginia coinciden con las mujeres adultas desde su propia práctica y expresión. d) Un desafío más es como mantener el movimiento feminista con los recortes de la ayuda financiera a efectos de la crisis económica mundial.

Avanzar en el terreno jurídico no debe dejarnos acomodadas por el contrario es fundamental la contraloría ciudadana de las mujeres así como elaborar una nueva Plataforma de las Mujeres Salvadoreñas a 20 años de haber presentado la primera plataforma feminista ante la sociedad. El escenario es propicio para promover el análisis de la realidad de las mujeres, reflexionar y elaborar propuestas, demandar al Estado y a la sociedad y con esto también fortalecer la identidad feminista en su autonomía y diversidad de cara a los desafíos aquí planteados.





domingo, 20 de enero de 2013

Diversidad de actores sociales en la Insurrección de 1932 en El Salvador



MUJERES, INDIGENAS, MULAT*S, CAMPESIN*S, OBRER*S, ESTUDIANTES, ARTESAN*S, PROTAGONISTAS DE LA INSURRECION DE ENERO DE 1932 EN EL SALVADOR

La versión oficial sobre los acontecimientos de 1932, marcados por una insurrección ante la grave situación de hambre, desempleo en las zonas de corte de café y de explotación y expropiación de la tierra a fines de 1880,  previa a estos hechos; fue que un grupo de comunistas insurrectos manipularon a masas ignorantes en contra del régimen dirigido por el presidente golpista Maximiliano Hernández Martínez.

Los hechos precisados por historiadores acuciosos nos demuestran que en los acontecimientos previos a 1932 y al momento de la insurrección participaron una multiplicidad de actores sociales en un movimiento social sin precedentes desarrollado por el Socorro Rojo Internacional, la Federación Regional de Trabajadores, la Unión de Obrera Salvadoreña, la Asociación General de Estudiantes Universitarios –AGEUS-, los pequeños artesanos e industriales entre otros, influenciados por el Partido Comunista. Así lo expresa Paul Almeida en su libro Olas de Movilización popular 1925-2010. Entonces se movilizaron indígenas, campesinos y campesinas, jornaleros y jornaleras, obreros y artesanos, así como mulatos y mulatas trabajadores en las fincas de café, que se habían organizado por razones económicas frente a la explotación y posterior desempleo, a raíz de la crisis de 1929 en los Estados Unidos. Crisis que repercutió en la exportación de café en El Salvador.

Como pioneras de este movimiento social se encuentran las mujeres, con “La marcha pacífica de seis mil mujeres, quienes en 1922, desfilaron vestidas de negro en signo de luto por la muerte de la democracia y en apoyo al candidato presidencial Miguel Tomás Molina, siendo presidente Jorge Meléndez. Al ser ametralladas, cientos de ellas se lanzaron enfurecidas sobre el regimiento de infantería”, nos expresa María Candelaria Navas, académica Universitaria.

Jeffrey L. Gould, en su investigación “1932, rebelión en la oscuridad”, nos ilumina sobre la diversidad de actores que se involucraron en estos hechos. Así, en la toma de Nahuizalco “llegaron de Turín y Atiquizaya, distinguibles como “mulatos” (en ambos casos como ladinos y como gente con características fenotípicamente mulatas”.

Otros actores invisibilizados fueron los indígenas.  Gould apunta que: “Los indígenas del barrio de Asunción de Izalco y los campesinos de identidades más fluidas participaron en el ataque fallido al cuartel de Sonsonate” y que “un gran número de campesinos indígenas de los cantones de Nahuizalco y campesinos indígenas de los cantones de Juayúa. Se unieron a las fuerzas que ocuparon sus pueblos”. Feliciano Ama,  líder indígena de Izalco,  fue uno de los dirigentes de la insurrección.

La represión desatada posteriormente al 22 de Enero de 1932, fue tal que casi desaparece el nahuat, uno de los idiomas indígenas, y muchas personas indígenas dejaron de usar su vestimenta, cambiaron sus nombres y apellidos y se asumieron como población ladina o mestiza.

Indígenas, y pobladores, el campesinado organizado a fines de los años 20, realizaban sus reuniones donde se promovía el mensaje de la igualdad social.  “Las reuniones abiertas en los pueblos y en la ciudades exhibían un ambiente aún más festivo que a menudo encubría y quizá realzaba su propósito serio”, apunta Gould. “típicamente asistían de 60 a 100 hombres y mujeres” puntualiza. Estaban también las “Cofradías” que encubrían los propósitos políticos de la organización.

Anteriormente a 1932, las mujeres participaban en las huelgas y paros de las fincas de café. Más de 400 mujeres participaron en la huelga por 8 horas de trabajo en la región occidental del país. En los años 20’s. Algunas de estas mujeres liderararon la insurrección en esa zona, y fueron llamadas “comandantes rojas”. Desafortunadamente, como han señalado algunas personas, los nombres de las mujeres involucradas en estos acontecimientos, no son conocidos hasta ahora.

La variedad de actores sociales en estos hechos se contrapone a la manipulación de los mismos hecho de  parte del Martinato, que le  permitió aunar en un espíritu racista, anticomunista y clasista al gobierno dictatorial, la clase media y a la intelectualidad salvadoreña. Según lo expone Rafael Lara Martínez en sus ensayos. La historia se ha encargado de demostrar la multiplicidad de intereses, clases, etnias, géneros y propuestas que existen en nuestro pequeño y luchador país .Y en esas luchas es necesario visibilizar a las mujeres con sus nombres como protagonistas frente a un pensamiento único basado en la misoginia, el racismo y el clasismo.